Con 24 años y viviendo de alquiler, comprar un piso en A Cañiza supuso para Rubén Hermida y Lidia Domínguez la solución a sus sueños. Con las llaves en las manos desde las Navidades, este joven y su pareja empezaron a comprar las cosas para trasladarse, deseo que se vio truncado con el corte de luz. «Tuve que volver a casa de mis padres y me da mucho coraje estar pagando los muebles y no usarlos», reconoce este joven. Con cajas en la vivienda familiar y en el piso de A Cañiza, ha tenido que cambiar los planes de montar la cocina. Mientras espera a que el proceso concursal siga su camino, este joven solo desea llegar a un acuerdo con Fenosa para poder trasladarse. Además, también espera poder hablar con los proveedores para recuperar el material que le sustrajeron. «Si cuando esto se solucione van a cobrar por las facturas, tendrán que demostrar que se hizo el trabajo y está colocado todo», recuerda Rubén.
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