Reportaje a un afectado del Edificio Centro que se mantiene en el anonimato (La Voz de Galicia,18/03/08)

La falta de luz no solo ha cambiado planes de mudanza, también ha echado fuera de sus casas a algunos propietarios que ya vivían en ellas. Con escritura y en la calle. Así se encontró uno de los dueños del edificio centro, que se ha tenido que mudar con su familia a casa de sus suegros. «Es una pena estar pagando un piso en el que no puedo vivir y tener allí todos los muebles sin usar, porque hasta tengo la cocina amueblada», reconoce este afectado, que prefiere mantenerse en el anonimato. Los únicos muebles que todavía no estaban colocados eran los de la habitación de su hija de seis años; aunque ya los tiene pagados, aún no están en la vivienda. La ilusión de esta familia por comprar su primera vivienda se vio truncada cuando desapareció el empresario tomiñés. Pese a que de su piso no desapareció ningún material porque estaba habitado, dejó de poder utilizar el garaje, «que funcionaba cuando me dieron la llave del piso». Además, las zonas comunes han quedado inutilizadas por estar totalmente sin luz. La familia no descarta tener que mantener la carga de la hipoteca y un nuevo alquiler «porque no podemos quedarnos con mis suegros para siempre».